Como antesala al lanzamiento de nuestra sección de Opinión Ciudadana, presentamos la columna de opinión "La Ciudad del Chikunguña".
Quedan abiertas las hojas de este libro virtual para acoger las opiniones ciudadanas.
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@riano_diego
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LA CIUDAD DEL CHIKUNGUÑA
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Recorriendo el Barrio Luz de Salvación, conversando con vecinos del sector, descubrimos una alarmante epidemia de Chikunguña que pasa de casa en casa y de uno a otro miembro cada familia implacablemente. Las señoras salen a la puerta de sus casas a pleno mediodía con sus manos y ojos hinchados, parecieran egüayabadas, aunque realmente están padeciendo los terribles dolores de la enfermedad. Una de ellas nos dice: "llevo tres meses así porque no puedo recuperarme, si me quedo más de dos días en reposo, ¿quién va a alimentar a los niños?"
No se ha calculado el costo que tiene para la ciudad y su economía una epidemia de Chikunguña, mucho menos se han tomado las medidas necesarias por parte de la Secretaría de Salud para prevenir su contagio. De primera mano recibimos las denuncias de mujeres y hombres que testimonian una visita de personas a nombre de la Secretaría manifestando que no se podía fumigar porque salía muy costoso. Mientras en otros lugares del país se combaten los criaderos de zancudos y se reparten toldillos a los enfermos, previniendo en parte una mayor expansión de la enfermedad, en Bucaramanga no pasa absolutamente nada con el tema, como si no alcanzara el billón de pesos anual del presupuesto del municipio.
Cientos de familias poblaron el valle de la quebrada La Chiquita, y aunque Luz de Salvación sea un barrio ilegal, sus pobladores no dejan de ser humanos. Dos puntos de agua surten a más de 300 familias y ninguna cuenta con servicio de alcantarillado. Además, en las cercanías de su nacimiento existen denuncias de vecinos quienes aseguran que constructoras y negocios vierten aguas residuales a la quebrada. Si se hubiera protegido la quebrada, como lo manda el Código de los Recursos Naturales y la Ley 99, de seguro los peces guppys vivirían todavía y estarían devorando las larvas de los zancudos. Entonces no basta con toldillos y repelentes; además de prevención en salud, es obligación del estado tomar las medidas necesarias para garantizar el alcantarillado, agua potable y quebradas sanas, de manera que se prevenga el mayor contagio del Chikunguña o de cualquier otra enfermedad transmitida por la mala calidad de las aguas.
