Inspirados por los principios rectores de la Ley 388 de 1997, un grupo de liderazgos, mujeres y hombres del barrio Albania de Bucaramanga se dieron a la tarea de conformar el Comité de Líderes. Julio Cesar Barajas declara: "hace unas semanas hicimos una asamblea de pobladores del barrio, gente que construyó estos barrios con su esfuerzo durante más de 40 años, y decidimos democráticamente que vamos a organizarnos y capacitarnos para participar con propuestas en los planes estratégicos de ordenamiento del territorio que se harían, según el nuevo POT para resolver problemas como Vivienda, Servicios Públicos y Gestión del Riesgo".
Hay que recordar que para estas comunidades el territorio es vital, pues con el paso de los años sus huellas quedan marcadas con cada trabajo comunitario para resolver alguna necesidad o problema. Pero históricamente, como en cualquier ciudad contemporanea, las comunidades pobres nacen y crecen en los márgenes, con la respectiva consecuencia de marginamiento y olvido estatal. Así lo explica Isidoro Quintero, uno de los vecinos voluntarios: "hay mucha discriminación con estos barrios, porque uno no niega que hemos construido de hecho, eso sí, terrenos legales, pero sin licencia porque si no nos hubieran dejado construir, y con los precios de las casas nosotros a dónde vamos a ir a vivir, entonces ahora que tenemos casa realmente es como si no tuvieramos nada porque uno quiere montar un negocio o fabricar algo y necesita préstamo y no se lo dan, primero porque eramos de alto riesgo y ahora igual porque no nos desengloban"
El comité de líderes se instaló el domingo 7 de septiembre con un grupo de 9 voluntarios, previamente inscritos en asamblea. Quedan establecidos como objetivos la formación de liderazgos, la recolección de información de las problemáticas del sector y la motivación de la comunidad. La ley y la constitución establecen claramente para el Ordenamiento Territorial la participación de la ciudadanía, por lo que las aspiraciones de esta comunidad parecen todo un ejemplo y un derecho a respetar.
Hay que recordar que para estas comunidades el territorio es vital, pues con el paso de los años sus huellas quedan marcadas con cada trabajo comunitario para resolver alguna necesidad o problema. Pero históricamente, como en cualquier ciudad contemporanea, las comunidades pobres nacen y crecen en los márgenes, con la respectiva consecuencia de marginamiento y olvido estatal. Así lo explica Isidoro Quintero, uno de los vecinos voluntarios: "hay mucha discriminación con estos barrios, porque uno no niega que hemos construido de hecho, eso sí, terrenos legales, pero sin licencia porque si no nos hubieran dejado construir, y con los precios de las casas nosotros a dónde vamos a ir a vivir, entonces ahora que tenemos casa realmente es como si no tuvieramos nada porque uno quiere montar un negocio o fabricar algo y necesita préstamo y no se lo dan, primero porque eramos de alto riesgo y ahora igual porque no nos desengloban"
El comité de líderes se instaló el domingo 7 de septiembre con un grupo de 9 voluntarios, previamente inscritos en asamblea. Quedan establecidos como objetivos la formación de liderazgos, la recolección de información de las problemáticas del sector y la motivación de la comunidad. La ley y la constitución establecen claramente para el Ordenamiento Territorial la participación de la ciudadanía, por lo que las aspiraciones de esta comunidad parecen todo un ejemplo y un derecho a respetar.