La ciudad de Bogotá recibirá a más de 10 mil delegados campesinos, afros e indígenas de todo el país durante los días 15, 16 y 17 de marzo próximos en desarrollo la Cumbre Agraria, Étnica, Campesina y Popular.
Para las comunidades de Santander es la oportunidad de hacer visible la problemática que padece el campo en el departamento. Hay que recordar que durante el Paro Agrario de Agosto de 2013 distintos grupos de campesinos se movilizaron en las carreteras del país y de Santander. En el sector de La Lizama cientos de familias del magdalena medio estuvieron acampando, lo mismo que los paperos y cebolleros de Berlín estuvieron protestando en las vías de éste corregimiento ante la crisis financiera del sector. "La ciudad sintió el problema del campesinado y se solidarizó con sus luchas, entendimos que sin agro no se puede vivir porque no tendríamos alimentos", es lo manifestado por Jimmy Moreno miembro de la Red Ciudad en Movimiento.
El Paro Agrario fue un poderoso llamado de atención para que la nación completa volcara la mirada a su economía campesina. Distintos balances hablan de que en la actualidad más de 100 mesas en todo el país han llegado a funcionar como mecanismo de diálogo entre los sectores agrarios y los gobiernos nacional y departamentales. Pero hasta la fecha esas mismas mesas no han arrojado resultado alguno que responda a las peticiones campesinas. Basta recordar que menos del 1% del presupuesto de la nación se invierte en el agro. Alejandra Quintero, lideresa de la Colectiva Amapolas Incidentes declara: "a la gente del café le dieron un subsidio momentáneo, a los de la papa les compraron una parte de la producción y hasta estaban haciendo política y negocios con eso, es más, nos tomaron del pelo con la Resolución 970 del ICA sobre las semillas, entonces nunca ha habido solución de fondo con una política pública para el campo, lo grave es saber que están jugando con nuestra comida y con la soberanía alimentaria del país." Vendrá un nuevo Paro Agrario? Ya se escuchan las voces de indignación que alientan las protestas. El recuerdo de los enruanados en las carreteras del país aún sigue fresco. Éste fin de semana esos enruanados tomarán la palabra para aportar desde sus sentires, saberes y exigencias en la construcción de una Colombia que no desprecie sus raíces campesinas, indígenas y afros. Las mesas de trabajo se alistan para sesionar lo mismo que las propuestas de pliego nacional unitario de exigencias. "Desde nuestra orilla, la de las organizaciones populares de las ciudades, estaremos acompañando y solidarizándonos con el campo, nos toca porque no vamos a permitir que los TLC, la crisis financiera, el neoliberalismo, las multinacionales y la corrupción terminen acabando con la tierra y el territorio" afirma José Ángel Mejía, miembro del Congreso de los Pueblos y la red de liderazgos Ciudad en Movimiento.