
En la universidad industrial de Santander en horas de la tarde del jueves 29 de agosto, se respiraba un ambiente que desde hace mucho tiempo no se había vuelto a ver. Se respiraba alegría, indignación, reflexión, crítica, creatividad y agitación. Las y los estudiantes estaban preparándose para la marcha de antorchas en defensa de la educación y en apoyo al paro nacional agrario. Lo sorprendente e inesperado fue ver a un grupo de mujeres...