Denuncian algunos
pedagogos críticos que en países capitalistas la educación pública
es el costo que paga la clase dirigente por mantenernos en la ilusión
(o el margen de ilusión) de la igualdad de oportunidades de
movilidad social y económica (el costo de la misma depende de cada
quien), este es el sofisma que usa la parla neoliberal. Observando
desde esa lupa, notamos que lo mismo sucede con las libertades
individuales y políticas en Colombia y el mundo.
El reciente “escándalo”
generado por el ex - agente de la NSA (Agencia Nacional de
Inteligencia- EEUU -), Edward Snowden, sobre el nivel de espionaje
mundial desarrollado por los EEUU pone de nuevo en la opinión
pública un tema que el poder mediático siempre había tildado de
paranoico y ridículo. Sin embargo, los datos y documentos
compartidos por Snowden, se suman a los cables publicados por
Wikileaks y otras joyas de la diplomacia mundial. Digamos que ese
chisme del mega - espionaje comienza a ser una realidad asimilada por
los habitantes de La Tierra.
Ahora, esos blogs “locos”
de internet que desde antaño denuncian y escudriñan los métodos
del espionaje Norteamericano resultan nuestras arcas a consultar,
encuentra uno cualquier cantidad de documentos filtrados donde
resalta lo surrealista del asunto: desde bugs implantados en equipos
de comunicaciones electrónicas hasta la interceptación de cables y
la recogida de transmisiones mediante antenas especializadas, hechos
que son apenas la punta del iceberg.
Un iceberg con muchos
temas de interés como el incidente del avión de Evo Morales. Este
bochornoso hecho ha dejado tambaleado a algunos analistas que casi
cantaban victoria con la teoría de un próximo mundo pluripolar
donde ya no sea un Mega Imperio manejando al mundo, sino varios polos
de poder con similar fuerza. Queda manifiesta la manera en que los
EEUU no solo controlan a países tercermundistas sino que tienen una
autoridad muy fuerte también sobre países como Italia y Francia.
Sorprende la subordinación de estos gobiernos, cuando EEUU
necesite que muevan un dedo, ellos lo moverán; en este circo
Colombia se postra en similaridad frente a la potencia Norteamérica.
Si observamos, el “margen
de ilusión” que aún posee Colombia radica en la idea de
“soberanía” que EEUU permite mantener, este margen de ilusión
sustenta la lealtad, patriotismo y el leve sentimiento de soberania e
independientes que sienten las fuerzas armadas, el congreso e incluso
algunos colombianos de a pie; aunque la lealtad por hoy se escucha en
el himno nacional, cada quien conoce y sabe que Colombia no determina
su rumbo.
Como si fuera poco, en la
vida política colombiana estamos también plagados de espionaje,
persecución e intimidación semejante a las hojas de los helechos,
cada hojita tiene la misma forma que la hoja que lo contiene. Cada
vez en formas más modernas nos perfeccionan el cuento de la
“libertad”, ya no es el Estado se Sitio decretado sino todo un
andamiaje humano, tecnológico, mediático, logístico y represivo
que usa dineros públicos y privados para vigilar, ¿para vigilar
qué? Eso si no ha cambiado, vigilan y espían todo tipo de
actividad que cuestione o critique sus intereses empresariales,
mineros, militares, políticos, etc.
Y el ojo casi
omnipresente del gobierno (y del poder tras el poder) no solo husmea
los andares de los procesos sociales sino que incluso husmea la
intimidad de magistrados de las altas cortes, senadores, periodistas
y otras personalidades opositoras o por lo menos independientes a la
posición del establecimiento. El pasado escándalo con las
´chuzadas´ del DAS (2009) y su relación con la Casa de Nariño
generó revuelo, no el suficiente pero fue el principio del fin de
ese departamento.
Para el DAS todo
funcionario, persona pública o expresión social no uribista era
considerado ´blanco político´. Pero no se trataba de un espionaje
pasivo, la labor era acompañada de montajes mediáticos y judiciales
para empañar el nombre de los ´blancos políticos´. Víctimas
somos todos, desde Jaime Garzón que fue asesinado con ayuda del DAS,
hasta Horacio Serpa, pasando por líderes campesinos, indígenas,
estudiantiles, sindicalistas, ambientalistas, etc.
Es vox populi que dichas
interceptaciones ilegales eran de total conocimiento del
ex-presidente Álvaro Uribe. El entonces congresista Gustavo Petro
denunció en la plenaria del senado detalles de estos actos
inconstitucionales por parte del DAS realizadas por el grupo conocido
como el G3 , quienes clasificaba a los magistrados según sus
posturas frente a las posiciones de Uribe para luego hacerles
seguimiento ilegal. Jorge Noguera, para la época director del DAS,
era el también el jefe del G3. En la investigación realizada por el
CTI se evidencian entre las practicas de este grupo la identificación
los ´blancos políticos´ para indicar sus nombres al ex jefe
paramilitar ´Jorge 40´; borrar archivos de inteligencia contra
jefes paras y/o narcos, entre otras. Ahora que fue desintegrado el
DAS y creada la Agencia de Inteligencia del Estado (entidad que
empezará operaciones en agosto) sería ingenuo pensar que el
espionaje acabará. Para el 2013 se anunció la actualización de la
Plataforma Única de Monitoreo y Análisis –PUMA- que para el 2014
ya estará instalada. PUMA podrá interceptar las redes sociales
(Facebook, twitter e incluso Skype) y contará con 300 estaciones en
Bogotá y 400 en el resto del país.
Sabemos entonces que el
tema del espionaje, la persecución y el señalamiento político es
una doctrina muy arraigada a los modelos de inteligencia y seguridad
actuales, desde los EEUU hasta nuestro propio país, con sus matices
y métodos particulares.
Los EEUU no van a abdicar
su trono fácilmente, los sectores dirigentes de Colombia tampoco van
a democratizar el poder dócilmente. Sin embargo es cuando más
urgente se hace la creatividad, la investigación ciudadana, la
solidaridad, la unidad. Los EEUU seguramente van a resistirse a ceder
poder e históricamente han demostrado no titubear a la hora de
hacerse sentir (al igual que el conservadurismo criollo), de tal
suerte que un mundo pluripolar podría tener aun grandes retos antes
de consolidarse.
Para tratar de concluir,
aunque la educación pública es solo un margen de ilusión, el
magisterio y el estudiantado han aprovechado ese respiradero para
lanzar críticas y trabas al modelo político y económico; de igual
manera con el tema del espionaje y la persecución, siempre hemos
aprovechado las pocas libertades que conforman el margen de ilusión
de autonomía e independencia para encontrarnos, escucharnos y
confluir en alternativas de cambio, en alternativas de poder popular
y esa esa debe ser la consigna a profundizar: antes que la paranoia o
la autocensura, tenemos por delante muchos caminos por crear, la
condición humana siempre ha encontrado y siempre encontrará la
manera de liberarse de la tiranía, es la opción de vida de vida que
muchos han tomado y por los cuales sentimos profunda admiración,
desde José Antonio Galán hasta los defensores del Páramo de
Santurbán.
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